En diversos informes que ando leyendo últimamente, encuentro cada vez con mayor claridad que las empresas españolas no invierten en tecnología, y no invierten porque «no le ven utilidad». Establecer un mensaje para una PYME de manera que encuentre sentido en gastar en disponer de un web o no digamos ya en contar con correo electrónico (asómbrense de que más de la mitad de las empresas de 50 empleados o menos no usan el correo electrónico) no debe ser sencillo. A algunos nos gusta teorizar sobre las ganancias en la productividad, o las «ventajas competitivas» que se puedan fundar sobre el empleo de tecnologías, pero tengo la impresión de que ninguno de estos sólidos razonamientos iban a cambiar el hecho de que una PYME «no le vea la utilidad» a dicho gasto. Se me ocurre que el mensaje para la PYME requiere un tipo de psicología empresarial que puede compararse al esfuerzo que un adulto tiene que hacer cuando se dirige a un niño: es simplemente otra forma de razonar, pero esto es justamente lo que lo hace tan difícil para los que llevamos tantos años conviviendo con la tecnología.
¿Va a cambiar esto algún día? Me parece posible, aunque dificil en todo caso. Simplemente al observar la evolución de la web parece difícil encontrarle el momento a la pequeña empresa: primero fue la época de los contenidos y de las grandes mercados electrónicos; ahora asistimos al momento del web social, ¿será el web 3.0 el web de la tecnología a nivel de negocio familiar?